domingo, 12 de diciembre de 2010

Un comienzo

"La arena llena, los gritos, el olor a madera y tela de máscaras, la emoción de llegar a un recinto enorme y el orgullo de poder caminar hasta las primeras filas. Siendo un niño, mis primeros héroes son de la televisión, sin embargo, frente a mi estaban los titanes de carne y hueso, héroes y villanos, humanos pero al mismo tiempo semi dioses, seres tan poderosos que hacían temblar la arena con sólo su mirada.

Y de pronto las personas comienzan la rechifla, los insultos hacia el enemigo, un rubio extranjero que ondeaba su bandera frente a nuestros ojos, restregando su auto denominada supremacía. Pero no puede festejar por mucho, ahí viene mi ídolo. El ídolo de toda la arena debo decir, viene con su traje dorado, su capa, sus botas ajustadas. No puedo ver su cara, pero la máscara me calma, puedo ver en su expresión que derrotará al enemigo. Confío en su victoria.

La pelea comienza muy fuerte, ambos contendientes no quieren arriesgar más de lo necesario y aún así pueden castigar al otro: un tope corto, palancas a los brazos, golpes y patadas. Mi héroe tiene la ventaja al centro del ring, pero se descuida y el enemigo lo vence, no puedo creer que suceda, la identidad de nuestro salvador está en riesgo. El segundo enfrentamiento es más duro aún, el rudo no da tiempo a se hagan dos llaves seguidas, cuando comienzo a perder la esperanza, aparece una ráfaga dorada en medio del ring, el enmascarado ahora supera al rubio, el cuál no sabe por donde lo atacan y sucumbe ante una llave que le destroza los hombros.

¡Tengo esperanza de nuevo!

En el encuentro definitivo no hay un dominio claro, mi héroe usa su habilidad, pero el rudo tiene la fuerza bruta de su lado. Estoy en la fila de mi asiento, esperando que cada tope y cada llave termine con ése despiadado, pero se levanta y ataca con fuerza.
De pronto, la tragedia, ¡Mi héroe sufre de un golpe inválido! ¡Trampa! grito incesante, pero el referee no ha visto y mi enemigo se levanta lentamente, cansado pero seguro que vencerá.
El mundo me cae encima, ¿es posible que mi ídolo pierda y su identidad sea descubierta? 

Mis sueños se sostienen en los buenos, los que nos defienden de infinidad de males, y uno está por caer.
El bueno retrocede, doliéndose, pero... no está derrotado. Esos pasos hacia atrás le dan tiempo a recuperar un poco de fuerza. El malo avanza sin cuidado y directo a una llave que lo destroza.
¡VENCIMOS!..."

El recuerdo de una lucha, de un personaje al cual sigo admirando. Ver al rudo tomar cualquier tipo de ventaja, al técnico usar sus recursos y escuchar cómo la gente se desvive a cada grito no hay con que compararlo. Así comenzó éste mundo de magia, de emoción. Ésta vida que abrazo con gusto, éste cúmulo de sentimientos, ésta vida que se suma a mi vida, dos palabras que definen todo lo que conozco: LUCHA LIBRE

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